Cómo Hacer la Tirada de la Pirámide

La Pirámide – Una Tirada a tu Medida

De acuerdo a las necesidades del consultante, es que decidiremos cuál es la tirada de Tarot que mejor le conviene en tal o cual ocasión. La tirada de La Pirámide tiene el cometido de poner sobre la mesa aquello que ocupa la mente del consultante y no le permite seguir adelante con su vida de forma amena y normal. A su vez, nos revelará algo que ni el consultante ni el tarotista conocen: las posibilidades reales que tiene de conseguir aquello que desea. Descubre todo sobre esta tirada revolucionaria en el mundo del Tarot.

La Tirada de la Pirámide Paso a Paso

A continuación aprenderemos cómo es que debe realizarse esta tirada para que resulte todo lo efectiva que en verdad es:

  1. Separa los arcanos mayores de los menores y quédate sólo con los mayores.
  2. Ábrelos en forma de abanico sobre la mesa, pero mirando hacia abajo. Elige diez y comienza a formar la pirámide.
  3. Dispón los diez arcanos de forma tal que vayan conformando una pirámide. El primero será el vértice. El dos y el tres serán la fila que le sigue debajo, el cuatro, cinco y seis conformarán la segunda fila, mientas que el siete, ocho, nueve y diez serán la base.

Ahora que tienes formada tu pirámide, sólo debes saber cómo se interpretan los mensajes que la misma encierra.

Cómo Interpretar la Tirada de La Pirámide

Vértice: aquí saldrá a la luz lo que verdaderamente preocupa al consultante. Esta carta es muy importante porque tiene el poder de develar miedos internos que tal vez quien consulta no los tiene del todo asumidos, por lo que puede llegar a expresarse equivocadamente. Por ejemplo, podemos recibir a una mujer que esté muy apenada porque tiene temor que su pareja le esté siendo infiel y la abandone, pero el verdadero miedo puede llegar a ser que sus hijos pierdan la posibilidad de ver a su padre todos los días. Vemos cómo en este, del mismo modo que en muchos casos, lo que genera la angustia y la preocupación subyace por debajo de lo que la persona cree que es su verdadero motivo de pesar.

Dos y Tres: en estas cartas se pone de manifiesto las esperanzas que el consultante alberga para poder resolver la situación. No son las posibilidades reales de salir a flote, sino lo que al consultante le gustaría que pasara para dar esta situación por sanjada.

Cuatro, Cinco y Seis: ahora sí estamos ante las posibilidades que existen en la realidad para lograr el cometido del consultante. Estas cartas pueden llegar a albergar la solución al problema como también una gran decepción si es que la realidad está muy alejada de lo que la persona desea. En estas cartas se contemplan las condiciones y el entorno.

Siete, Ocho, Nueve y Diez: estas cuatro cartas encierran lo que de verdad se puede lograr. Una vez el consultante ha comprendido sus verdaderas posibilidades, es decir, el camino que le conducirá a su meta tan deseada, debe saber qué es lo que podrá conseguir en realidad.